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Contra el CÁNCER CAMBIA el Guion

     Los pulmones son un par de órganos respiratorios de forma cónica en el pecho cuya función es la de llevar oxígeno al cuerpo en el proceso de la inhalación. Al exhalar, el cuerpo libera dióxido de carbono, residuo de las células del cuerpo. El cáncer de pulmón da nombre a un conjunto de enfermedades relacionadas en las que se aprecia una anormalidad en la división, en el crecimiento y en la expansión de las células en el tracto respiratorio, en particular del tejido pulmonar. Puede originar metástasis a distancia porque tiene la capacidad de colonizar otros órganos a través de ganglios linfáticos y/o vasos sanguíneos.

     Dependiendo del tamaño y de la apariencia de las células malignas, el cáncer de pulmón se clasifica en dos tipos principales: el carcinoma de células no pequeñas (85% de los casos) y el carcinoma de células pequeñas o carcinoma microcítico de pulmón (15% de los casos). Esta distinción condiciona el tratamiento y así, mientras el primero por lo general es tratado con quimioterapia y radiación, el segundo tiende a serlo además mediante cirugía, láser y, en casos selectos, terapia fotodinámica.

      Los investigadores han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de contraer cáncer de pulmón. La causa más común de cáncer de pulmón es el tabaquismo , en cualquiera de sus formas, que está vinculado a alrededor del 80 % al 90 % de las muertes por cáncer de pulmón. El humo del tabaco es una mezcla mortal de más de 7000 sustancias químicas, muchas de ellas tóxicas, de las que al menos 70 causan cáncer. Y pueden causar cáncer en un sinfín de partes del cuerpo, como la boca y la garganta, el esófago, el estómago, el colon, el recto, el hígado, el páncreas, la laringe, la tráquea, los bronquios, el riñón y pelvis renal, la vejiga urinaria y el cuello uterino.

      Según las veces que se inhala humo al día y los años que dura el hábito, la probabilidad de padecer un cáncer de pulmón llega a alcanzar el 30%, frente al 1% de una persona no fumadora. Al dejar de fumar, el riesgo de desarrollar un cáncer disminuye paulatinamente hasta quedar demostrado en investigaciones recientes que el exfumador alcanza o se aproxima a las probabilidades de una persona no fumadora.

      La persona sin hábito de fumar puede quedar seriamente afectada si inhala de manera pasiva el humo secundario de los fumadores, es decir, el fumador pasivo hace las veces de un fumador activo y es propenso a padecer cáncer igualmente.

      La aparición del cáncer de pulmón también puede ser el resultado del tabaquismo o de una combinación de este hábito (activa o pasiva), de factores genéticos que duplican las probabilidades de padecerlo, por la infección por el VIH o virus de la inmunodeficiencia humana, factores de riesgo ambiental como la exposición al gas radón, asbesto, níquel, emisiones de diésel, etc. Como podemos observar, unos son susceptibles de prevención y otros se escapan al control de la persona.

      La sintomatología del cáncer de pulmón es inexistente o inespecífica, pudiendo ser un simple malestar general hasta que alcanza un estado muy avanzado y afloran síntomas tan evidentes como la dificultad respiratoria, tos persistente con o sin sangre, dolor de pecho, pérdida masiva de peso, hinchazón en cuello y cara, etc.

      Esto dificulta enormemente su detección temprana, que es el principal condicionante para el éxito en su tratamiento. En estadios tempranos, el cáncer de pulmón puede ser tratado mediante resección quirúrgica con éxito de curación en alrededor del 20 % de los casos. Sin embargo, debido a su virulencia y a la dificultad para su detección precoz, en la mayoría de los casos el diagnóstico se produce cuando ya ocurre metástasis ; el cáncer de pulmón presenta, junto con el cáncer de hígado , páncreas y esófago los peores pronósticos, con una esperanza de vida promedio de aproximadamente 8 meses. Es la primera causa de mortalidad por cáncer en el varón y la tercera, después del de colon y mama , en la mujer, causando más de un millón de muertes cada año en el mundo. En España son diagnosticados anualmente unos 20.000 casos, lo que representa el 18,4 % de los tumores entre los hombres (18.000 casos) y el 3,2 % entre las mujeres (2.000 casos).